PIERCE BROSNAN tenía que haber encarnado a 007 tras concluir su etapa Roger Moore, pero obligaciones contractuales
le alejaron del personaje. No importaba, su destino era interpretar a 007.

Una batalla legal hizo que las películas Bond no se produjeran durante varios años provocando que Timothy Dalton abandonara el personaje tras "Licencia para matar". Al fin Bond regresó en los años 90 y Brosnan era el hombre indicado para encarnar al nuevo paradigma de "hombre definitivo". El Bond de Brosnan debuta con fuerza en Goldeneye, un verdadero acontecimiento en la taquilla en el que nos presenta a un Bond considerado por todos
una reliquia. Un Bond relajado, elegante y con mucho sentido del humor. Tras tantos años alejado de la pantalla es seguro decir que el Bond de Brosnan lo que hizo fue refrescar y modernizar todos los elementos que se consideraban clásicos en la saga.