GEORGE LAZENBY llegó desde Australia con la misión de convertirse en el nuevo James Bond fuera como fuera.
 

Sean Connery había abandonado el papel tras "Solo se vive dos veces" harto de la presión de la fama y por verse encasillado como actor en el mismo personaje. Lazenby se presentó en la oficina de los productores y les contó un montón de mentiras sobre una carrera ficticia en supuestas películas internacionales.

La suerte hizo que el antiguo modelo se convirtiera en el nuevo Bond y que tuviera la suerte de interpretar una cinta muy importante dentro de la saga ya que es aquella en la que 007 por fin contrae matrimonio. A pesar de que el papel le venía muy grande, los productores estaban dispuestos a seguir apostando por Lazenby. Sin embargo éste, en un arranque de divismo decidió abandonar la franquicia tras solo una película realizando la que sería, probablemente, la peor decisión de su carrera. Lazenby fue olvidado y Sean Connery regresó a la saga para protagonizar su última cinta oficial: "Diamantes para la eternidad".